Creatinina

Fórmula lineal
C4H7N30
Sinónimos
n/a
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¿Qué es la creatinina?
La creatinina es el producto final del metabolismo de la creatina y del fosfato de creatina. La creatina, un ácido orgánico nitrogenado, y su conversión en fosfato de creatina son fundamentales como fuente de energía para la contracción muscular. La creatinina está presente en altas concentraciones en el músculo esquelético y se produce continuamente a partir del pool de creatina y fosfato de creatina mediante anhidratación no enzimática1. Dado que la creatinina se produce continuamente, las reservas de creatina deben reponerse mediante la ingesta de aminoácidos esenciales.
La creatinina es un producto de desecho que se elimina a través de los riñones, se filtra de la sangre y se libera en la orina. Las personas con lesión renal aguda o enfermedad renal crónica presentan alteraciones en el aclaramiento de creatinina, y la creatinina sérica/urinaria se utiliza a menudo como biomarcador de enfermedades renales. La creatinina urinaria también puede utilizarse para comprobar la dilución de la muestra, y las relaciones biomarcador: creatinina pueden aplicarse para corregir las fluctuaciones en el volumen de orina.

(Figura extraída de. Kashani et al., 2019)
Creatinina y salud metabólica
La obesidad y la salud metabólica están estrechamente relacionadas con la progresión de la enfermedad renal crónica. Las investigaciones realizadas con modelos de ratón de diabetes de tipo 1 han demostrado que, además de profundas alteraciones en el metabolismo de la glucosa, estos ratones también presentan niveles elevados de creatinina sérica2. La albúmina, una proteína producida en el hígado, es también un marcador de la función hepática y renal y a menudo se mide junto con la creatinina. Expresada como una relación albúmina:creatinina, la microalbuminuria (es decir, albúmina baja:creatinina alta) es una medida que puede seguir la progresión de la diabetes tipo 13.
En los seres humanos, los individuos con un IMC elevado (IMC >40kg/m2) presentan una excreción de creatinina ~31% mayor que los que tienen un IMC normal4. Aunque la obesidad se ha identificado como un factor de riesgo para la enfermedad renal crónica, algunos investigadores han identificado una "paradoja de la obesidad "5. A pesar de los altos niveles de creatinina, los individuos con IMC alto que pierden peso muestran mayores tasas de supervivencia, mientras que los individuos que ganan peso con bajos niveles de creatinina sérica muestran tasas de supervivencia disminuidas.
Teniendo en cuenta esta "paradoja", los investigadores han sugerido que un mayor IMC con más masa muscular (que luego se traduce en un aumento de creatina y creatinina) se asocia a una mayor supervivencia5.
Creatinina y salud gastrointestinal
Investigaciones recientes han revelado una relación entre la salud gastrointestinal, el microbioma intestinal y la creatinina. En un estudio de metabolómica no dirigida, los científicos identificaron cambios significativos en la diversidad del microbioma en relación con la enfermedad renal crónica. Además de las alteraciones funcionales en una serie de metabolitos del microbioma intestinal, la creatinina se identificó como un importante modulador de las alteraciones del microbioma relacionadas con la enfermedad renal crónica6.
Otros han demostrado que los individuos con diabetes de tipo 2 también presentan cambios en la diversidad del microbioma que se asocian a disminuciones en los genes que codifican la degradación de la creatinina7.
Creatinina y desarrollo de fármacos
Aunque la creatinina en sí no se ha utilizado en el desarrollo de fármacos, sí se ha utilizado para determinar las dosis necesarias de fármacos de eliminación renal8. Las ecuaciones de la tasa de filtración glomerular (TFG) se basan en los niveles séricos de creatinina y suelen utilizarse para ajustar las dosis pediátricas en el etiquetado de los fármacos. Curiosamente, se ha observado que las ecuaciones de la TFG sobrestiman el aclaramiento del fármaco, y se están llevando a cabo investigaciones para mejorar la precisión de las ecuaciones de la TFG.
Referencias
- Kashani K, Rosner MH, y Ostermann, M. Creatinina: De la fisiología a la aplicación clínica. Eur J Intern Med 2020;72:9-14.
- Glastras SJ, Chen H, Teh R et al. Modelos de ratón de diabetes, obesidad y enfermedades renales relacionadas. PLoS One 2016;11(8):e0162131.
- Warram JH, Gearin G, Laffel L et al. (Effect of duration of type I diabetes on the prevalence of stages of diabetic nephropathy defined by urinary albumin/creatinine ratio. J Am Soc Nephrol 1996;7(6):930-937.
- Fotheringham J, Weatherley N, Kawar B et al. La composición corporal y la carga excretora de individuos delgados, obesos y gravemente obesos tiene implicaciones para la evaluación de la enfermedad renal crónica. Kidney Int 2014;86(6):1221-1228.
- Kalantar-Zadeh K, Streja E, Kovesdy CP et al. La paradoja de la obesidad y la mortalidad asociada con sustitutos del tamaño corporal y la masa muscular en pacientes que reciben hemodiálisis. Mayo Clin Proc 2010;85(11):991-1001.
- Wang H, Ainiwaer A, Song Y et al. El microbioma intestinal alterado y los metabolomas fecales y séricos se asocian con la gravedad de la enfermedad renal crónica. Microbioma 2023;11(1):3.
- Dash NR y Al Bataineh MT. El análisis metagenómico del microbioma intestinal revela el enriquecimiento de la vía de las menaquinonas (vitamina K2) en la diabetes mellitus. Diabetes Metab J 2021;45(1):77-85.
- Zhang Y, Sherwin CM, Gonzalez D et al. Creatinine-Based Renal Function Assessment in Pediatric Drug Development: An Analysis Using Clinical Data for Renally Eliminated Drugs. Clin Pharmacol Ther 2021;109(1):263-269.